ESTAMBUL.– Pues que se iban a sentar a negociar la paz, pero ni Putin, ni Zelensky ni Trump se dignaron a llegar, y mandaron puro suplente a la mesa. En Turquía se armó la reunión entre delegaciones de Rusia, Ucrania y Estados Unidos… pero con muy poco peso en la balanza.
Rusia mandó a Vladímir Medinski, un asesor cultural (sí, cultural), acompañado de puros funcionarios de segundo nivel, mientras Ucrania quiso lucirse con una visita del presidente a Ankara —aunque no estará directamente en el diálogo—. Y Estados Unidos, que no quiso quedarse atrás, mandó a Marco Rubio como cabeza de su grupo. El problema: no hay agenda, no hay hora fija y ni siquiera hay garantía de que sí se vean las caras. Así que por ahora, más que paz, lo que hay es puro relajo diplomático.