Desde Washington llegó la bomba: la Corte Suprema de Estados Unidos le quitó el freno a Donald Trump y ahora puede seguir con su plan de quitarle protecciones legales a cientos de miles de migrantes. Sí, más de medio millón de personas —de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela— podrían ser deportadas como si nada. Y si le sumamos a otros que ya están en la cuerda floja, el número roza el millón.
El expresidente, fiel a su estilo, sigue desmontando lo que Biden había construido para proteger a quienes escaparon de crisis y violencia. Y como si eso no bastara, en su debate con Biden, Trump soltó una joya: acusó falsamente a migrantes haitianos en Ohio de andar comiéndose a las mascotas. No es chiste. Mientras tanto, dos juezas de la Suprema, Kentanji Brown Jackson y Sonia Sotomayor, advirtieron que esto puede destrozar vidas antes de que siquiera se termine el juicio. Pero parece que el show de las deportaciones apenas comienza.