Donald Trump ahora sí se fue con todo y le puso freno a Harvard: le quitó contratos millonarios y le prohibió inscribir estudiantes extranjeros. Según él, la universidad es un nido de radicales y ya estuvo suave de mantenerla con dinero del gobierno.

Además, acusa a la escuela de esconder información y de no cooperar con la “limpieza” que él quiere hacer. Harvard ya metió las manos y dice que eso es ilegal, pero Trump está terco en su cruzada contra los liberales.