República Dominicana vive un duelo profundo tras el derrumbe de la discoteca Jet Set en la madrugada del martes, que dejó un saldo de al menos 221 muertos, entre ellos el cantante Rubby Pérez, ícono del merengue. El techo se derrumbó mientras Pérez se presentaba en pleno show, desatando una catástrofe de proporciones insospechadas. El país se prepara para despedir a las víctimas, mientras los brigadistas concluyen su labor de rescate. La tragedia marca un antes y un después en la historia reciente de la isla.