Chihuahua, Chih.– Justo al despertar, vecinos de la ciudad se toparon con tremendo drama en su patio: un halcón chamaco estaba siendo atacado por unos gatos gandallas. Por suerte, hubo raza buena que se lo quitó a tiempo a los felinos y lo resguardaron hasta que llegó el apoyo. El ave no traía heridas visibles, pero eso sí, no puede volar todavía, como que se anda reponiendo del susto o le falta power.
Gracias a la buena onda de Itzamara Z., que se lo echó al hombro (figurativamente, no se asusten), y a la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología Municipal y al activista superhumano, que se aplicó en friega, el halconcito ya está en buenas manos. Será revisado por un veterinario y cuando esté en edad y forma para rifarse solo allá afuera, se le va a regresar a su mero hábitat. ¡Un aplauso pa’ los que salvaron al compa emplumado!