Pasadita la medianoche del miércoles, India soltó misiles sobre nueve supuestas bases terroristas ubicadas en Pakistán y en la región de Cachemira controlada por ese país. Según el Ejército indio, era para hacer “justicia” tras un brutal ataque terrorista ocurrido en abril donde murieron 26 personas.

 

La ofensiva, bautizada como “Operación Sindoor”, fue anunciada como un ataque “preciso y no escalatorio”, asegurando que no tocaron ninguna instalación militar paquistaní. Pero del otro lado, las autoridades confirmaron la muerte de un niño y dos heridos, lo que podría escalar las tensiones en esta zona caliente del mundo.