Según Ucrania, lo de la reunión en Estambul fue puro teatro: el ministro de Exteriores, Andrí Sibiga, acusó a Rusia de fingir que quiere paz, nomás para verse bonito y frenar nuevas sanciones. “Putin está jugando al pacifista mientras sigue tirando bombas”, tronó Sibiga desde su cuenta en X.
La cosa quedó clara: hubo más diferencias que acuerdos. El único avance real fue un intercambio de prisioneros, mientras los misiles seguían cayendo en territorio ucraniano. Rusia, por su parte, dice que una reunión entre Putin y Zelenski podría darse… pero solo si antes se ponen de acuerdo. ¡O sea, nunca!