Bien encabritado salió Arturo Medina, coordinador del PRI en el Congreso local, tras el anuncio del nuevo impuesto del 3.5% a las remesas desde Estados Unidos. Dijo que esta fregadera le pega directo a las familias de migrantes, y todo porque, según él, el Gobierno Federal no ha sabido ni cómo meterle mano al crimen organizado.

Medina tiró duro: culpó al gobierno gringo por meter el impuesto, pero más al mexicano por hacerse pato. Dijo que la cosa no se arregla nomás con pláticas, y que aunque Claudia Sheinbaum le echa ganas, falta meterle galleta de verdad. Para rematar, soltó que ya hasta da pena que las remesas sean lo único que sostiene la economía, mientras los mexicanos se siguen largando del país por falta de seguridad, salud y chamba. ¡Y todavía hay políticos que quieren colgarse medallitas con este tema, según él!