La bronca en Colonia Soto estaba creciendo y no era por fiesta, sino porque el arroyo que cruza la comunidad empezaba a dañar la cancha y casas cercanas. Por eso, el Municipio, a través de Desarrollo Rural, arrancó la construcción de un muro de contención de 30 metros de largo y 2.5 de alto para ponerle freno al agua y proteger a las familias de ese problema que se venía encima.
Esta obra, con una inversión de 224 mil 854 pesos, nació gracias a la alerta de los mismos vecinos que no quisieron esperar a que el agua les haga más daño. Es parte del compromiso del alcalde Marco Bonilla de cuidar la zona rural y mejorar la calidad de vida de quienes viven allá. Ahora, a cruzar dedos para que este muro aguante cuando llueva a lo bestia.