Pues que siempre no eran tres, sino seis morras las que la policía quiso llevarse en la marcha del 8M. Según la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), ya le están entrando al asunto porque las víctimas aseguran que los polis no iban ni identificados y que las agarraron con uso excesivo de la fuerza.
Las chavas ya fueron a la CEDH a poner su denuncia bien hecha, porque dicen que no solo las intentaron detener de manera arbitraria, sino que la policía nomás se fue con todo y ni avisó. Ahora falta ver qué dice la autoridad, pero de que estuvo rudo, estuvo rudo.