Lamentables los hechos de maltrato animal, especialmente el vivido el pasado fin de semana, donde la perrita Violeta fue violentada de una manera inimaginable (pero mejor nos ahorramos los detalles). Sin embargo, con este caso, como con muchos otros, nos surge una duda: ¿por qué la gobernadora se pone a chambear solo cuando el tema alcanza la indignación nacional? Desde el minuto uno, los activistas chihuahuenses pusieron manos a la obra y exigieron justicia, pero parece que en el gobierno estatal solo ponen atención cuando los señalan desde afuera, y no cuando sus propios ciudadanos alzan la voz.
Muy bien por los activistas pro animales de Chihuahua, que siempre demuestran que los buenos somos más.