Latinoamérica anda haciendo maletas y buscando nuevos compas: el presidente Lula da Silva se aventó en China con todo y firmó acuerdos por casi 5 mil millones de dólares, dejando clarito que Brasil ya no quiere tantas trabas gringas. Mientras tanto, Gustavo Petro también se le declaró a Pekín y anunció que Colombia se suma a la Ruta de la Seda, como quien se apunta a la fiesta de los poderosos.
La cosa no paró ahí: Perú y Cuba también andan muy coquetos con el gigante asiático. Perú presumió 41 mil millones de dólares en comercio bilateral, y Cuba reafirmó su amor por la CELAC junto al canciller chino. ¿Será que América Latina ya encontró nuevo mejor amigo con dinero y sin tantas condiciones?