Ciudad Juárez, Chih.– ¡Se armó la revolución otra vez, pero ahora en el “Pueblito Mexicano”! El Congreso del Estado se dejó caer con toda la comitiva hasta Ciudad Juárez para cerrar con broche de oro las Jornadas de la Conmemoración del Origen de la Revolución Mexicana. Hubo sesión solemne, discursos llenos de patria y hasta uno que otro jalón de orejas disfrazado de homenaje.

Cada diputada y diputado agarró el micrófono para recordar que Juárez no es cualquier cosa: es tierra de guerreros, de mujeres bravas y hombres de acero que han sabido plantarle cara a la historia. Desde el grito de “¡no reelección!” hasta las batallas que hoy se pelean por justicia, derechos y chamba digna, la raza juarense sigue al pie del cañón. El llamado fue claro: ya basta de solo hablar bonito, hay que honrar a la Revolución con hechos, no con discursos.