Culiacán, Sin.- Un violento ataque sacudió la mañana de este 23 de enero en Culiacán, cuando desconocidos destruyeron el cenotafio de Édgar Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en un centro comercial. La explosión resonó a las 8 de la mañana, y minutos después, las redes sociales se inundaron con imágenes del monumento dañado en el estacionamiento del City Club, sitio donde el joven fue asesinado en 2008. En el lugar, un vehículo Sentra también quedó destruido y con impactos de bala.
Pero la violencia no terminó ahí: un ataque armado contra una patrulla de la policía municipal de Culiacán dejó dos oficiales muertos y otros dos heridos. Las autoridades resguardaron la zona y abrieron investigaciones.