La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, encendió los reflectores al advertir que su administración ya trabaja en coordinación con el Gobierno Federal ante la posibilidad de una deportación masiva de migrantes desde Estados Unidos si Donald Trump regresa al poder. “Estamos trabajando estrechamente con la presidenta Claudia Sheinbaum y dependencias federales. No sabemos qué sucederá, pero debemos estar listos”, aseguró Campos, dejando en claro que Chihuahua podría convertirse en el epicentro de esta crisis migratoria.

Con su ubicación fronteriza, el estado se perfila como un punto estratégico para recibir a miles de personas deportadas. Campos subrayó la urgencia de implementar medidas para atender el impacto que esta situación tendría en el estado, tanto a nivel social como económico. Mientras la sombra de Trump regresa, Chihuahua se pone en marcha para enfrentar lo que podría ser uno de los mayores desafíos migratorios de su historia