Bien temprano y con cara de que no durmió mucho, el alcalde Marco Bonilla se fue directo a la Comandancia Norte a supervisar que todo estuviera en orden con el operativo de seguridad por la elección de juezas y jueces. Según dijo, la jornada ha estado tranquila, sin broncas grandes, nomás unos detalles que los polis resolvieron rápido.
El alcalde aseguró que la cosa va “en saldo blanco” y que la Dirección de Seguridad Pública anda al tiro hasta que se cierre la última casilla. Así que por lo pronto, la ciudad sigue respirando calma… pero con los ojos bien abiertos.