¡Pos qué poca! Resulta que un grupo de 32 diplomáticos, incluidos dos mexicanos, andaban en visita oficial por el campamento de refugiados en Jenin, Cisjordania, cuando soldados israelíes les echaron balazos de advertencia nomás porque sí. La Secretaría de Relaciones Exteriores se enchiló y exigió que Israel dé la cara, porque eso de andar espantando diplomáticos no se vale ni tantito.

Aunque nadie salió herido, el susto estuvo de campeonato. La SRE acusó que el objetivo era amedrentar, y advirtió que esa jugada rompe todas las reglas internacionales, sobre todo la Convención de Viena. Y eso no fue todo: también iban funcionarios de China, Japón, España y varios europeos. O sea, que el relajo fue internacional.