La diputada del PAN, Nancy Frías, sacó la artillería legal y presentó una iniciativa para parar en seco a los espectáculos públicos que anden promoviendo la violencia o glorificando a los criminales. La propuesta busca reformar la Constitución estatal y tres leyes más para que los municipios tengan con qué negar permisos a conciertos o eventos que echen porras a la delincuencia o hagan menos la violencia de género.
Frías aclaró que no se trata de censurar, pero sí de evitar que el espacio público se convierta en tribuna del crimen. Con este paquetazo de reformas, los ayuntamientos podrán decir “ni maíz” a eventos que vendan violencia como si fuera pan caliente. Y todo va respaldado con tratados internacionales como la CEDAW, así que el sustento legal está más firme que una loza bien colada.