Una humareda brava se levantó ayer en la celda dos del Relleno Sanitario, allá por eso de las seis y media de la tarde. Dicen que el viento andaba con ganas y avivó el fuego como si le soplara el mismísimo diablo. Los bomberos llegaron de volada con todo el equipo, y junto con los de Servicios Públicos, se pusieron a darle duro pa’ apagar el quemadero.
Nomás se supo del incendio y el Municipio pidió que ni se arrimen por allá, que no es zona pa’ andar de curioso. Según los que saben, desde que abrieron esa celda no se había prendido nada, más que una vez el año pasado, pero ahora se les volvió a armar la candela. A ver si ahora sí le dan su revisada buena antes de que se vuelva a poner bravo.