Estados Unidos.– Las armadoras europeas están que no las calienta ni el motor, y es que la nueva política arancelaria de Donald Trump les cayó como llanta ponchada en plena autopista. Según Scope Ratings, gigantes como Stellantis, Volkswagen, BMW, Mercedes-Benz y hasta la finísima Ferrari están en la mira por su fuerte dependencia del mercado estadounidense.
Y es que Trump no anduvo con juegos: les metió un arancel del 25% a los autos que vienen del extranjero. ¿El problema? Muchas de estas marcas se habían puesto listas invirtiendo en plantas en Canadá y México para surtir a EE.UU., pero ahora ese movimiento podría salirles más caro que cambiar una transmisión completa.