Viena, Austria.– Lo que iba a ser una simple remodelación de cancha terminó siendo una excavación histórica de no creerse. En pleno barrio de Simmering, mientras arreglaban un campo de fútbol, trabajadores se toparon con una fosa común llena de huesos que datan del siglo I del Imperio Romano. Así como lo oye: más de 150 soldados caídos, enterrados como si fuera un campo de batalla olvidado.
Los arqueólogos del Museo de Viena confirmaron que se trata de un hecho bélico catastrófico, con al menos 129 cuerpos ya identificados y más huesos sueltos por todos lados. Según los expertos, estos guerreros probablemente murieron en un encontronazo con tribus germánicas. ¡Y pensar que ahí querían echar una cascarita!