¡Ah cómo cambian las cosas! Resulta que el planeta Urano llevaba girando más lento desde hace quién sabe cuánto, y apenas lo vinieron a cachar. Según un grupo de cerebritos del Observatorio de París, que se pusieron a revisar imágenes del telescopio Hubble por más de diez años, la NASA le había medio regado desde 1986 con sus cuentas. Y es que la Voyager 2, muy chula ella, dijo que el día en Urano duraba 17 horas con 14 minutos y 24 segundos, pero ahora resulta que son 28 segunditos más. ¡Y eso sí cambia todo!

Ese mini desfase acumulado terminó volteando el mapa del planeta, y pa’ acabarla, desvió el eje magnético hasta 180 grados. O sea, como si le hubieran dado un giro de tortilla sin avisar. El investigador Laurent Lamy, que lideró el estudio, dijo que el campo magnético quedó “desubicado”, como uno un domingo sin dinero. Así que ahora, a rehacer mapas y cálculos, porque Urano les jugó la vuelta… y en cámara lenta.