Aunque no somos un periódico de sociales, estamos en la era de la igualdad de género y no se nos pasa nada. Por eso no pudimos evitar notar que, en la pasada reunión de diputados con líderes sindicales de la SEP en el Congreso del Estado, todas las mujeres quedaron relegadas a los lados, mientras que los nombres cómodamente sentados en la mesa principal eran, en su mayoría, del PAN. ¿Dónde quedaron esos valores tradicionales como el ser caballerosos?
Pero bueno, parece que no los perdieron tanto, porque ayer los panistas decidieron reafirmar que son bien tradicionalistas y dieron un posicionamiento en contra del aborto. Bien ahí, siempre firmes con la familia tradicional: invisibilizar a las mujeres, ocupar la mayoría de los espacios de poder con hombres y, por supuesto, obligarlas a parir diciendo que las van a “acompañar”, pero solo en la gestación, porque en la crianza—donde todo cuesta un chingo—ya no es su problema.