El coordinador del PAN, Alfredo Chávez, no se guardó nada y le echó en cara a la presidenta del Congreso, Elizabeth Guzmán, que se puso sus moños y dejó las listas de jueces y magistrados en el aire. Según él, la morenista jaló para su lado y metió intereses partidistas en el proceso, retrasando la entrega al Instituto Estatal Electoral.

Chávez no dudó en llamarlo un berrinche político para favorecer a su partido, asegurando que esto pone en riesgo la reforma al Poder Judicial y el proceso de elección de los nuevos cargos. Asegura que la jugada de Guzmán no fue por descuido, sino por mero cálculo político, y que ahora toca ver si logra salirse con la suya o si se le cae el teatrito.