Hoy, los bomberos y la JMAS de Cuauhtémoc se pusieron a darle duro pa’ salvar a un perrito que se había quedado atorado en el drenaje. No era incendio ni accidente, sino una emergencia peluda: el cachorro se había quedado atrapado en una trampa de drenaje por las calles Divisadero Tarahumara y Barranca de la Peña. Los bomberos llegaron, pero el drenaje estaba bien profundo y complicado, así que fueron por herramientas más pesadas.
Con todo listo, los rescatistas y la JMAS se pusieron a jalar, y al final, el perro salió sin un rasguño. El perrito estaba espantado, pero sano. La persona que pidió ayuda, contenta como lombriz, lo recibió y no podía creer que el cachorro estaba fuera del apuro. Esto dejó claro que cuando hay ganas de ayudar, hasta los drenajes más complicados no se le ponen al frente.