¡Sálvese quien pueda! Esta mañana se armó la corredera en el Tribunal de Justicia tras una amenaza de bomba que puso a temblar a más de uno. Según cuentan los que estaban ahí, un alma “creativa” (dicen que nomás no quería chambear hoy) llamó al 911, al C4 y hasta al centro de control del edificio para soltar el susto.

La raza fue desalojada en friega, mientras llegaban los meros meros: policías, bomberos y hasta los que checan hasta debajo de las piedras. Aunque no se encontró nada raro, el susto estuvo tan sabroso que hasta hubo quien se bajó la presión… pero no faltó quien se alivianara con una coquita fría.